39. Muchos de los samaritanos que vivían en ese pueblo creyeron en Jesús por las palabras que les dijo la mujer: «Me ha dicho todo lo que he hecho».
40. Cuando los samaritanos llegaron a donde él estaba, le suplicaron que se quedara con ellos. Jesús se quedó allí dos días,
41. y muchos más creyeron después de oírlo hablar.
42. Le dijeron a la mujer:—Ahora creemos porque nosotros mismos lo hemos oído, y sabemos en verdad que él es el Salvador del mundo.
43. Después de pasar allí esos dos días, se fue a Galilea,
44. pues Jesús mismo había dicho que ningún profeta recibe honra en su propia tierra.
45. Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron muy bien, ya que ellos mismos habían visto todo lo que él había hecho en Jerusalén durante la Pascua, porque habían estado también allí.
46. Depués volvió Jesús a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un importante funcionario real que tenía a su hijo enfermo en Capernaúm.
47. Cuando el funcionario se enteró de que Jesús había viajado de Judea a Galilea, fue a verlo y le suplicó que lo acompañara y sanara a su hijo, pues estaba a punto de morir.
48. Jesús le dijo:—Ustedes sólo van a creer si ven señales y milagros.
49. El funcionario le rogó:—Señor, ven antes que se muera mi hijo.
50. Jesús le dijo:—Regresa a casa, que tu hijo vive.El hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue.
51. Cuando iba de regreso a su casa, sus criados salieron a su encuentro con la noticia de que su hijo estaba vivo.
52. Él les preguntó a qué hora había comenzado su hijo a sentirse mejor, y le contestaron:—Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre.
53. El padre se dio cuenta de que a esa misma hora Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Así que él y toda su familia creyeron.
54. Esta fue la segunda señal que hizo Jesús en Galilea, después de volver de Judea.