29. Por eso Pilato salió a preguntarles:—¿De qué acusan a este hombre?
30. Ellos contestaron:—Si no fuera un criminal, no te lo habríamos traído.
31. Pilato les dijo:—Pues llévenselo ustedes y júzguenlo de acuerdo con su propia ley.Los judíos le respondieron:—Nosotros no tenemos ninguna autoridad para dar muerte a nadie.
32. Esto sucedió para que se cumpliera lo que Jesús había dicho, en cuanto a la forma en que iba a morir.
33. Pilato volvió a entrar al palacio y llamó a Jesús.Le preguntó:—¿Eres tú el rey de los judíos?
34. Jesús le respondió:—¿Dices eso por tu propia cuenta o es que otros te han hablado de mí?
35. Pilato le contestó:—¿Acaso soy judío? Fue tu propio pueblo y los jefes de los sacerdotes los que te entregaron a mí. ¿Qué hiciste?