16. »Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Ellas escucharán mi voz, y formarán un solo rebaño con un solo pastor.
17. »El Padre me ama porque entrego mi vida para volver a recibirla.
18. Nadie me la quita, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo poder para entregarla, y también tengo poder para volver a recibirla. Esto es lo que mi Padre me ordenó».
19. Una vez más, cuando los judíos oyeron las palabras de Jesús, surgieron divisiones entre ellos.
20. Muchos decían: «Éste tiene un demonio, y está loco. ¿Por qué le hacen caso?»
21. Pero otros decían: «Nadie que tenga un demonio puede hablar así. Además, ¿acaso puede un demonio abrirles los ojos a los ciegos?»
22. Era invierno y por esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación.