12. El que trabaja por un salario no es el pastor, y las ovejas no le pertenecen a él. Por eso, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye. Entonces el lobo ataca al rebaño y lo dispersa por todos lados.
13. Y ese hombre huye porque sólo le importa su salario y no las ovejas.
14. Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí,
15. así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.
16. »Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Ellas escucharán mi voz, y formarán un solo rebaño con un solo pastor.
17. »El Padre me ama porque entrego mi vida para volver a recibirla.
18. Nadie me la quita, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo poder para entregarla, y también tengo poder para volver a recibirla. Esto es lo que mi Padre me ordenó».
19. Una vez más, cuando los judíos oyeron las palabras de Jesús, surgieron divisiones entre ellos.
20. Muchos decían: «Éste tiene un demonio, y está loco. ¿Por qué le hacen caso?»