10. A la mañana siguiente, temprano, Josué hizo que sus hombres se levantaran y emprendieron la marcha hacia Hai acompañados por los ancianos de Israel,
11-13. y se detuvieron a la orilla de un valle al norte de la ciudad. Aquella noche Josué envió otros cinco mil hombres a que se unieran a los soldados que estaban emboscados en el lado occidental de la ciudad, y él pasó la noche en el valle.
14. El rey de Hai, al ver a los israelitas al otro lado del valle, salió en la madrugada y los atacó en la llanura del Arabá. No sabía que había una emboscada detrás de la ciudad.
15. Josué y el ejército israelita huyeron a través del desierto como si estuvieran completamente derrotados,
16. y todos los soldados de la ciudad salieron en su persecución. La ciudad quedó indefensa.
17. No quedó un solo soldado en Hai, y las puertas de la ciudad quedaron abiertas de par en par.
18. Entonces Jehová le dijo a Josué:—Levanta tu lanza hacia Hai porque te entregaré la ciudad.
19. Cuando los hombres que estaban emboscados vieron la señal, salieron de su escondite y entraron en la ciudad y la tomaron y sin perder tiempo le prendieron fuego.
20-21. Los hombres de Hai miraron hacia atrás y vieron que el humo de la ciudad llenaba el cielo, y no hallaron qué hacer. Pero cuando Josué y sus soldados vieron el humo, supieron que los hombres que habían estado emboscados habían entrado en la ciudad, de modo que dieron media vuelta y comenzaron a atacar a sus perseguidores.
22. Los israelitas que estaban dentro de la ciudad salieron y comenzaron a atacar a sus enemigos por la retaguardia. Los hombres de Hai cayeron en la trampa y todos murieron. Ninguno sobrevivió ni escapó,
23. salvo el rey de Hai que fue capturado y llevado a la presencia de Josué.
24. Cuando el ejército de Israel terminó la matanza de todos los que estaban fuera de la ciudad, regresaron y acabaron con todos los que quedaban en ella.
25. De esta manera todos los habitantes de Hai, doce mil en total, fueron exterminados en ese día.