14. Si no nos traicionas, nos encargaremos de que tú y tu familia no sufran daño —le prometieron—. Te defenderemos con nuestras propias vidas.
15. Como la casa de ella estaba sobre la muralla de la ciudad, ella los bajó por una ventana con una cuerda.
16. —Huyan a las montañas; escóndanse allí tres días hasta que los hombres que los buscan hayan regresado, y luego podrán continuar su camino.
17. Antes de irse los hombres le dijeron:—No podemos hacernos responsables de lo que ocurra
18. si no dejas esta cuerda colgando en la ventana y si tus parientes, tu padre, tu madre, tus hermanos o cualquier otro no están dentro de la casa.
19. Si salen a la calle, no respondemos por ellos; pero te prometemos que ninguno que esté dentro de la casa será muerto ni sufrirá daño alguno.
20. Pero si nos traicionas, este juramento ya no nos obligará de ninguna manera.
21. —Acepto las condiciones —contestó ella, y dejó la cuerda escarlata colgando de la ventana cuando ellos se fueron.