Josué 2:12-13-19 Nueva Biblia al Día (NBD)

2. pero alguien informó, al rey de Jericó que dos israelitas, sospechosos de ser espías, habían llegado a la ciudad aquella tarde.

3. El rey envió un grupo de soldados a la casa de Rahab para que los entregara.—Son espías israelitas —le explicaron—. Los jefes de Israel los enviaron para averiguar la mejor manera de atacarnos.

4. Pero ella los había escondido, y le dijo al oficial que comandaba el grupo:—Sí, unos hombres estuvieron aquí temprano, pero no sabía que eran espías.

5. Dejaron la ciudad al atardecer, cuando las puertas estaban por cerrarse, y no sé hacia dónde fueron. Si se dan prisa quizás los puedan alcanzar.

6. En realidad ella los había llevado a la azotea y los había escondido bajo unos manojos de lino que se estaban secando allí.

7. Los soldados fueron hasta el río Jordán buscándolos, y al salir tuvieron el cuidado de dejar las puertas de la ciudad bien cerradas.

8. Rahab subió a hablar con los espías antes que se durmieran.

9. —Sé perfectamente que su Dios les va a entregar mi país —les dijo—. Todos les tenemos miedo. Nos aterrorizamos con sólo oír la palabra "Israel".

12-13. Ahora les ruego que me prometan por el sagrado nombre de su Dios que cuando Jericó sea conquistada respetarán mi vida y la de mi padre, mi madre, mis hermanos y hermanas y la de todas sus familias. Esto es lo justo después de lo que los he ayudado.

14. Si no nos traicionas, nos encargaremos de que tú y tu familia no sufran daño —le prometieron—. Te defenderemos con nuestras propias vidas.

15. Como la casa de ella estaba sobre la muralla de la ciudad, ella los bajó por una ventana con una cuerda.

16. —Huyan a las montañas; escóndanse allí tres días hasta que los hombres que los buscan hayan regresado, y luego podrán continuar su camino.

17. Antes de irse los hombres le dijeron:—No podemos hacernos responsables de lo que ocurra

18. si no dejas esta cuerda colgando en la ventana y si tus parientes, tu padre, tu madre, tus hermanos o cualquier otro no están dentro de la casa.

19. Si salen a la calle, no respondemos por ellos; pero te prometemos que ninguno que esté dentro de la casa será muerto ni sufrirá daño alguno.

Josué 2