Pero recuerden que los levitas no recibirán tierra: son sacerdotes de Jehová, y ese sacerdocio es su herencia. Por supuesto, las tribus de Gad, Rubén y la media tribu de Manasés no recibirán nada más, porque ya tienen la tierra que les concedió Moisés, siervo de Jehová, en el lado oriental del Jordán.