Job 9:12-30 Nueva Biblia al Día (NBD)

12. Cuando envía la muerte a llevarse a un hombre, ¿quién puede impedírselo? ¿Quién osa preguntarle: “qué estás haciendo”?

13. Y Dios no depone su ira. Ante él se doblega el orgullo del hombre.

14. »Y, ¿quién soy yo para que intente discutir con el Dios todopoderoso, o siquiera razonar con él?

15. Aunque yo fuera impecable, no diría ni una palabra; me limitaría a pedir clemencia.

16. Y aun si él diera respuesta a mis plegarias, apenas podría creer que hubiera escuchado mi clamor.

17. Pues él es quien destruye, quien multiplica mis heridas sin causa alguna.

18. No me concede respiro, sino me colma de amargos sufrimientos.

19. Sólo él es fuerte y justo. ¿Quién le pedirá cuentas?

20. Y yo, ¿soy acaso justo? Mi propia boca lo niega. Aunque creyera que soy perfecto, Dios me declararía convicto de maldad.

21. »Y aunque fuera del todo inocente, no me atrevería ni a pensarlo. ¡Detesto lo que soy!

22. Inocente o culpable, para él da lo mismo, pues él destruye a uno y a otro.

23. Se ríe cuando la calamidad azota al inocente.

24. La tierra está en manos de los malvados; Dios venda los ojos de los jueces y los deja proceder injustamente. Si no es él, ¿quién es entonces?

25. »Veloz se me va la vida cargada de tragedia.

26. Mis años se esfuman como naves fugaces, como águila que se precipita sobre su presa.

27. Si yo resolviera olvidarme de mis quejas contra Dios, dar fin a mi tristeza y alegrarme,

28. él entonces volcaría aun mayores penas sobre mí. ¡Porque yo sé que no me tienen por inocente, oh Dios,

29. sino que me condenan! Entonces, ¿para qué esforzarme?

30. Aunque me lavara con el agua más pura y enjuagara mis manos con lejía para dejarlas sin mancha alguna,

Job 9