1. »Job, te ruego que escuches lo que voy a decir:
2. Ya comencé a hablar; ahora déjame proseguir.
3. Diré la verdad desnuda.
4. Porque el espíritu de Dios me hizo: el hálito del Todopoderoso me da vida.
5. Si puedes responderme, no te detengas.
6. Mira, yo soy el que anhelabas: el intermediario entre tú y Dios, para actuar en representación de él y de ti.
7. No tienes por qué temerme. No soy persona famosa, que pueda ponerte nervioso o intimidarte. Yo también estoy hecho del barro común.
8. »Has dicho ante mis oídos; y varias veces, por cierto:
9. “Soy puro, soy inocente; no he pecado”.
10. Dices que Dios emplea un rastrillo muy fino tratando de hallar aunque sólo sea una falta, para tenerte por enemigo suyo.