4. Que ese día se vuelva oscuridad; que Dios en lo alto no lo tome en cuenta; que no brille en él ninguna luz.
5. Que las tinieblas se adueñen de él; que una nube negra lo cubra con su sombra.
6. Que sea borrado del calendario y jamás vuelva a contarse entre los días del mes de ese año.
7. Que aquella noche sea helada y sin alegría.
8. Que la maldigan los que profieren maldiciones.
9. Que se esfumen las estrellas de esa noche; que suspire por la luz, y no la vea jamás; que nunca vea la luz matutina.
20-21. »¡Ay! ¿Por qué dar luz y vida a quienes yacen en aflicción y amargura, que suspiran por la muerte, y no llega; que buscan la muerte como otros buscan alimento o dinero?
22. ¡Qué bendito alivio reciben al fin al morir!
23. ¿Por qué dejar que nazca un hombre si Dios lo ha de encerrar en una vida de incertidumbre y frustración?
24. Los suspiros no me dejan comer; mis gemidos se derraman como agua.
25. Lo que siempre temí me ha sobrevenido.
26. No encuentro paz ni sosiego; no hallo reposo, sino sólo agitación».