1. Al fin habló Job, y maldijo el día de su nacimiento.
2-3. «Maldito sea el día en que nací —dijo— y la noche en que fui concebido.
4. Que ese día se vuelva oscuridad; que Dios en lo alto no lo tome en cuenta; que no brille en él ninguna luz.
5. Que las tinieblas se adueñen de él; que una nube negra lo cubra con su sombra.
6. Que sea borrado del calendario y jamás vuelva a contarse entre los días del mes de ese año.
7. Que aquella noche sea helada y sin alegría.
8. Que la maldigan los que profieren maldiciones.
9. Que se esfumen las estrellas de esa noche; que suspire por la luz, y no la vea jamás; que nunca vea la luz matutina.
14-15. junto con dignatarios y reyes con toda su pompa; con opulentos príncipes cuyos castillos están llenos de ricos tesoros.
20-21. »¡Ay! ¿Por qué dar luz y vida a quienes yacen en aflicción y amargura, que suspiran por la muerte, y no llega; que buscan la muerte como otros buscan alimento o dinero?