10. Tú me has cambiado de vasija en vasija como leche y me has cuajado como queso.
11. Me diste piel y carne y uniste mis huesos y tendones.
12. Me diste vida, y fuiste bueno y amoroso conmigo, y por tu cuidado me conservo vivo.
13-14. »Y sin embargo, sé que tu verdadera intención siempre fue vigilarme a ver si yo pecaba y negarte a perdonar mi iniquidad.
15. Si soy culpable, ¡pobre de mí! Y si soy inocente, de nada me vale. ¿Qué esperanza tengo?
16. Si comienzo a levantarme del suelo, saltas sobre mí como un león y pronto acabas conmigo.