Jeremías 9:13-25-26 Nueva Biblia al Día (NBD)

13. La razón es que mi pueblo ha ignorado mis instrucciones y no ha obedecido lo que le mandé, responde el SEÑOR.

14. Lejos de eso, han hecho cuanto les ha dado la gana y han adorado ídolos como ese mentado Baal, como les enseñaron sus antepasados.

15. Por tanto, esto es lo que dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: Miren, yo les daré a comer amargura y a beber veneno.

16. Los esparciré por la superficie de la tierra para que sean extranjeros en tierras lejanas; y aun allá los perseguirán los enemigos con sus espadas desenvainadas hasta que hayan acabado con los israelitas por completo.

17-18. El SEÑOR de los ejércitos dice: ¡Envíen a llamar a las lloronas de oficio! ¡Pronto! ¡Comiencen a llorar! ¡Derramen lágrimas sin parar!

19. Escuchen a Jerusalén llorando desesperada: «¡Estamos arruinados! ¡Nos ha sobrevenido el desastre! ¡Tenemos que abandonar nuestra patria y nuestros hogares!»

20. ¡Escuchen, oh mujeres llorosas, las palabras del SEÑOR! Enséñenles a gemir a sus hijas y vecinas, enséñenles los cantos funerarios porque los van a necesitar.

21. Porque traicioneramente la muerte se ha metido por la ventana en sus hogares, ha quitado la vida a la flor de su juventud. Ya no hay niños y niñas jugando en las calles, ya no hay jóvenes que se reúnan en las plazas.

22. Diles esto, dice el SEÑOR: Los cadáveres serán esparcidos por los campos como si fueran estiércol, como se hace con las gavillas tras la siega, y nadie los sepultará.

23. El SEÑOR dice: No se enorgullezca el sabio en su sabiduría, ni el poderoso en su poder, ni el rico en su riqueza.

24. Sientan orgullo sólo de esto: de conocerme bien y comprender que yo soy el SEÑOR que exige vivir de manera justa y actuar siempre con rectitud, de saber que mi amor es firme, y que así me gusta ser.

25-26. Dentro de algún tiempo, dice el SEÑOR, castigaré a cuantos han realizado la circuncisión en su cuerpo pero no su espíritu: egipcios, edomitas, amonitas, moabitas, árabes y también tú, pueblo de Judá. Porque todas esas naciones paganas también se circuncidan. Pero a menos que la circuncisión que realizan en su cuerpo se corresponda con su dedicación de toda su vida a mí, su circuncisión no pasa de ser un rito pagano como el de esas naciones.

Jeremías 9