Jeremías 33:1-9 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Estaba Jeremías aún en la cárcel cuando el SEÑOR le envió este otro mensaje:

2. El SEÑOR, el Creador del cielo y de la tierra —el SEÑOR es su nombre— dice así:

3. Pregúntame y yo te revelaré algunos importantes secretos acerca de lo que habrá de ocurrir aquí.

4. Pues aunque han derribado las casas de esta ciudad y el palacio del rey en busca de materiales para fortalecer las murallas contra las arremetidas del enemigo,

5. los babilonios penetrarán, y los habitantes de esta ciudad pueden darse por muertos, pues en mi cólera he decidido destruirlos. Los he abandonado por sus maldades, y no me compadeceré de ellos cuando pidan auxilio.

6. Sin embargo, vendrá el tiempo en que sanaré a Jerusalén y le daré prosperidad y paz.

7. Reconstruiré las ciudades de Judá e Israel y restauraré también su fortuna.

8. Y los limpiaré de todas sus acciones perversas contra mí y los perdonaré.

9. Entonces esta ciudad será honra para mí, me dará gozo y será para mí fuente de reconocimiento y gran fama ante todas las naciones de la tierra. Los pueblos del mundo verán el bien que le hago a mi pueblo y estarán asombrados de todos los bienes que les concederé a Judá e Israel.

10-11. El Señor declara que las alegres voces de los novios y las desposadas, y los jubilosos cánticos de los que traen ofrendas de gratitud al SEÑOR se escucharán otra vez en esta tierra sentenciada. El pueblo cantará: «¡Rindan homenaje al SEÑOR! ¡Porque es bueno y su capacidad de perdonar no tiene límites!» Y es que daré a esta tierra mayor felicidad y prosperidad de la que nunca tuvo.

20-21. Cuando puedan quebrantar mi pacto con el día y la noche, de modo que el día no venga cuando le corresponda, sólo entonces será quebrantado mi convenio con mi siervo David, de modo que no haya hijo suyo que reine en su trono. Y mi convenio con los sacerdotes y levitas ministros míos, no se deroga.

25-26. Pero ésta es la respuesta del SEÑOR: ¡Yo no rechazaría a mi pueblo así como no modificaría mis leyes del día y la noche, de la tierra y el cielo! ¡Jamás abandonaré a los israelitas, ni a mi servidor David; no modificaré el plan de que un descendiente suyo gobierne un día sobre estos descendientes de Abraham, Isaac y Jacob! Por el contrario, les restauraré su prosperidad y tendré piedad de ellos, voy a liberarlos del cautiverio y traerlos de regreso a su tierra.

Jeremías 33