22. ¿Hasta cuándo estarás indecisa, oh muchacha terca? Porque el SEÑOR hará que ocurra algo nuevo y diferente: ¡Israel buscará a Dios!
23. El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Cuando yo los traiga de regreso dirán en Judá y sus ciudades este refrán: «¡El SEÑOR te bendiga, oh lugar donde se practica la justicia, lugar santo!»
24. Y los habitantes de la ciudad, los granjeros y los pastores por igual vivirán juntos en paz y felicidad.
25. Porque he dado reposo a los fatigados y gozo a los afligidos.
26. Jeremías despertó.—¡Qué dulce sueño! —dijo.
27. El SEÑOR dice: En el futuro cercano multiplicaré la población y también el ganado aquí en Israel.
28. En tiempos pasados con mucho empeño arruiné y dañé a la nación pero ahora la reedificaré cuidadosamente.
29. Ya el pueblo no dirá este refrán: «Los padres comen las uvas agrias y a los hijos les da la dentera».
30. Pues cada cual morirá a consecuencia de sus propias faltas: el que coma uvas agrias será quien tenga dentera.