Jeremías 31:19-37 Nueva Biblia al Día (NBD)

19. Del SEÑOR me alejé, pero tuve que lamentarlo. Me di golpes por mi necedad. Me dio enorme vergüenza todo lo que hice en mi juventud».

20. El SEÑOR responde: ¡Efraín es aún hijo mío, el pequeño a quien amo! ¡Tuve que castigarlo por necesidad, pero lo amo todavía! Por él suspiro y de él tendré misericordia.

21. Cuando te lleven al exilio ve dejando en el camino señales que indiquen el camino de regreso a Israel. Marca bien la senda de ida, porque a tus ciudades retornarás por ellas algún día, Virgen Israel.

22. ¿Hasta cuándo estarás indecisa, oh muchacha terca? Porque el SEÑOR hará que ocurra algo nuevo y diferente: ¡Israel buscará a Dios!

23. El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Cuando yo los traiga de regreso dirán en Judá y sus ciudades este refrán: «¡El SEÑOR te bendiga, oh lugar donde se practica la justicia, lugar santo!»

24. Y los habitantes de la ciudad, los granjeros y los pastores por igual vivirán juntos en paz y felicidad.

25. Porque he dado reposo a los fatigados y gozo a los afligidos.

26. Jeremías despertó.—¡Qué dulce sueño! —dijo.

27. El SEÑOR dice: En el futuro cercano multiplicaré la población y también el ganado aquí en Israel.

28. En tiempos pasados con mucho empeño arruiné y dañé a la nación pero ahora la reedificaré cuidadosamente.

29. Ya el pueblo no dirá este refrán: «Los padres comen las uvas agrias y a los hijos les da la dentera».

30. Pues cada cual morirá a consecuencia de sus propias faltas: el que coma uvas agrias será quien tenga dentera.

31. Llegará el día, dice el SEÑOR, cuando celebraré un nuevo convenio con el pueblo de Israel y Judá.

32. No será como el convenio que hice con sus antepasados cuando de la mano los saqué de tierra de Egipto, convenio que ellos quebrantaron, obligándome a rechazarlos, dice el SEÑOR.

33. Este es el nuevo convenio que voy a celebrar con ellos: Grabaré mis instrucciones en el corazón de ellos, para que tengan la voluntad de honrarme; entonces serán verdaderamente pueblo mío y yo seré su Dios.

34. En aquel tiempo ya no será necesario que uno al otro se amoneste para conocer al SEÑOR pues cada cual, el grande y el pequeño, realmente me conocerá, dice el SEÑOR, y yo perdonaré y olvidaré sus graves faltas.

35. El SEÑOR que nos da la luz del sol en el día y la luna y las estrellas para que iluminen la noche, y que agita el mar para formar rugientes olas — SEÑOR de los ejércitos es su nombre— dice así:

36. ¡Si yo rechazara a mi pueblo Israel sería como si abrogara las leyes de la naturaleza!

37. Así como es imposible que alguien logre medir los cielos y explorar los cimientos de la tierra, también es imposible que yo piense en desecharlos para siempre por causa de sus graves faltas.

Jeremías 31