10. No mucho después de esto, el SEÑOR envió este otro mensaje al rey Acaz:
11. Acaz, pídeme una señal para demostrarte que en realidad aplastaré a tus enemigos como lo tengo dicho. Pide lo que quieras que haga en cualquier lugar del globo terraqueo.
12. Pero el rey se negó y dijo:—¡Jamás importunaré al SEÑOR con nada semejante!
13. Entonces Isaías respondió:—Oh casa de David, no te basta con agotarme la paciencia, ¡tienes que agotársela también a Dios!
14. Bueno, el Señor mismo elegirá la señal: ¡Una joven dará a luz un niño! y ella le pondrá por nombre Emmanuel (que significa «Dios está con nosotros»).