7. Para mis altares se reservarán los rebaños de Cedar y los carneros traídos de Nabayot, y en aquel día yo glorificaré mi grandioso templo.
8. Y ¿quiénes son esos que vuelan como nubes hacia Jerusalén, como palomas a sus nidos?
9. He reservado los navíos de muchos países, los mejores de ellos, para traer a los habitantes de Jerusalén de lejanas tierras, y a sus riquezas con ellos. Porque el SEÑOR, el santo de Israel, renombrado en todo el mundo, los ha enaltecido a los ojos de todos.
10. Extranjeros vendrán y reconstruirán las murallas de Jerusalén, y sus gobernantes y reyes se pondrán al servicio de ustedes, habitantes de Jerusalén. Pues aunque yo destruí a Jerusalén en mi arranque de ira, por mi amor sin límite me apiadaré de ella.
11. Sus portones permanecerán abiertos día y noche para que entre la riqueza de muchas naciones. Los reyes del mundo la abastecerán.