22. Serán acorralados como prisioneros y puestos en calabozos hasta que se les juzgue y condene.
23. Entonces el SEÑOR todopoderoso subirá a su trono en Sión y gobernará gloriosamente en Jerusalén, a la vista de todos los dignatarios de su pueblo. Tan grande será el resplandor de esa gloria que hará desvanecer la brillantez del sol y de la luna.