Hechos 9:2-13 Nueva Biblia al Día (NBD)

2. para pedirle cartas de autorización para ir a cada una de las sinagogas de Damasco. Quería encontrar y llevar presos a Jerusalén a todos los que siguieran el Nuevo Camino, sin importar si eran hombres o mujeres.

3. Cuando se aproximaba a Damasco, una luz celestial deslumbrante lo rodeó de pronto.

4. Cayó al suelo y escuchó una voz que le decía:Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

5. —¿Quién eres, Señor? -preguntó.—Yo soy Jesús —le contestó la voz—, a quien tú persigues.

6. Levántate, entra en la ciudad y espera instrucciones.

7. Los hombres que iban con Saulo quedaron mudos de asombro, porque escucharon la voz, pero no vieron a nadie.

8. Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos ¡estaba ciego!

9. Entonces lo llevaron de la mano a Damasco, donde permaneció tres días ciego, sin tomar alimentos ni agua.

10. Vivía en Damasco un discípulo llamado Ananías, y el Señor le habló en visión:—¡Ananías!—Aquí estoy, Señor -respondió.

11. —Vete a la calle la Derecha, a la casa de un hombre llamado Judas. Pregunta allí por Saulo de Tarso. Ahora mismo él está orando, porque

12. yo le he mostrado en visión a un hombre llamado Ananías que se le acerca y le pone las manos en la cabeza para que recupere la vista.

13. —Pero, Señor —exclamó Ananías—, he oído contar cosas horribles acerca de ese hombre, y de todo el mal que ha causado a tus santos en Jerusalén.

Hechos 9