6. Presentaron entonces a estos siete ante los apóstoles, quienes oraron poniendo las manos sobre ellos.
7. El mensaje de Dios se seguía extendiendo y el número de los discípulos aumentaba enormemente en Jerusalén, donde muchos de los sacerdotes judíos obedecían a la fe.
8. Esteban, lleno de la gracia y del poder de Dios, realizaba grandes milagros y señales asombrosas entre el pueblo.
9. Pero un día, varios miembros de la sinagoga llamada “los Libertos” se pusieron a discutir con él. Discutían también con Esteban judíos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia.
10. Pero como no podían resistir la sabiduría ni el Espíritu con que hablaba Esteban,