10. y reconocieron que era el lisiado que estaban acostumbrados a ver en el templo, junto a la Hermosa, y se quedaron asombrados.
11. Todos fueron corriendo al portal de Salomón, donde el lisiado tenía firmemente asidos a Pedro y a Juan.
12. Y viendo eso, Pedro les dirigió la palabra:—Hombres de Israel —les dijo—, ¿qué hay de sorprendente en esto? ¿Por qué nos miran como si hubiéramos hecho andar a este hombre mediante nuestro propio poder y por nuestra piedad?
13. El Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob y de nuestros antepasados, a través de este milagro ha honrado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron y rechazaron ante Pilato, a pesar de que éste estaba resuelto a ponerlo en libertad.
14. Ustedes no quisieron que libertaran al Santo y Justo; al contrario, demandaron la libertad de un asesino
15. y mataron al autor de la vida. Pero Dios le devolvió la vida, de ello nosotros somos testigos.
16. »Este hombre se sanó en el nombre de Jesús, y ustedes saben que era inválido. La fe en el nombre de Jesús logró la perfecta curación de esta persona.
17. »Hermanos, comprendo que lo que ustedes le hicieron a Jesús lo hicieron en ignorancia, y lo mismo podría decirse de sus dirigentes.
18. Pero Dios estaba cumpliendo así las profecías acerca de los sufrimientos del Mesías.