17. Cuando ellos vinieron a mí, sin perder tiempo me preparé para juzgarlo al día siguiente. Luego mandé traer a este hombre.
18. Pero sus acusadores no presentaron contra él ninguno de los delitos que yo pensaba.
19. Lo acusaron de cosas que tenían que ver con su religión, y de que Pablo asegura que un tal Jesús, que ya murió, está vivo.
20. Sin saber cómo resolver este caso, le pregunté si estaría dispuesto a que yo lo juzgara en Jerusalén.