13. Pablo Se fue por tierra a Asón, mientras nosotros nos adelantamos por barco, pues así él lo quería.
14. Nos volvimos a reunir en Asón y desde allí zarpamos hacia Mitilene.
15. Al siguiente día pasábamos por Quío, y al otro hacíamos escala en Samos. Un día después llegamos a Mileto.
16. Pablo había decidido no visitar Éfeso esa vez, porque deseaba llegar a tiempo a Jerusalén para la celebración de Pentecostés.
17. Pero desde Mileto mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso.
18. Cuando llegaron les dijo:—Ustedes saben bien cómo me he portado desde el día en que puse los pies por primera vez en Asia hasta hoy.
19. Y saben cómo he estado trabajando para el Señor con humildad y lágrimas, ante los atentados que los judíos han preparado contra mi vida.
20. Además, ustedes están conscientes de que jamás he vacilado en anunciarles y enseñarles nada que les fuera útil, en público o en privado.
21. A judíos y gentiles les he dado testimonio de que necesitan arrepentirse de sus pecados y tener fe en nuestro Señor Jesucristo.
22. »Al ir a Jerusalén lo hago llevado por el Espíritu. No sé lo que me espera,
23. pero el Espíritu Santo me ha estado repitiendo en cada ciudad que me esperan prisiones y sufrimientos.
24. No me importa cuánto haya de sufrir ni trato de salvar mi vida. Lo único que me importa es terminar con gozo mi carrera y la tarea que me señaló el Señor Jesús: dar testimonio del inmenso amor de Dios.
25. »Sé que ninguno de ustedes, entre quienes he andado pregonando el reino de Dios, me volverá a ver.
26. Por eso, puedo declarar con la frente bien alta que si alguno perece, la culpa no es mía,
27. porque jamás he eludido la responsabilidad de declararles todo el mensaje de Dios.
28. Por lo tanto, ¡cuídense y cuiden el rebaño! ¡Deben pastorear la iglesia que él compró con su sangre! ¡El Espíritu Santo les ha dado a ustedes la responsabilidad de cuidarla!