Hechos 2:24-43 Nueva Biblia al Día (NBD)

24. Pero Dios lo soltó de los horrores de la muerte y le devolvió la vida, porque la muerte no podía mantenerlo bajo su dominio por siempre.

25. «David dijo esto acerca de Jesús:“Sé que el Señor está siempre conmigo y nada me hará caer.

26. Por eso tengo el corazón lleno de gozo y la lengua de alabanza. Puedo vivir siempre confiado,

27. porque no dejarás mi alma en el sepulcro ni permitirás que el cuerpo de tu Santo siervo se pudra.

28. Al contrario, me mostrarás el camino de la vida y me llenarás de gozo en tu presencia.”

29. »Hermanos, les puedo decir francamente que el patriarca David murió, lo enterraron y su tumba está todavía entre nosotros.

30. Pero, como profeta, sabía que Dios le había prometido bajo juramento que un descendiente suyo se sentaría en el trono que ocupaba.

31. Mirando pues al futuro, predijo la resurrección del Mesías, y dijo que no quedaría en el sepulcro y su cuerpo no se corrompería.

32. »Dios ha resucitado a Jesús y nosotros mismos somos testigos de ello.

33. Él está ahora sentado a la diestra de Dios. Y tal como lo prometió, después de recibir del Padre al Espíritu Santo, lo ha enviado a nosotros. Esto es lo que ustedes han visto y escuchado.

34. »David nunca subió al cielo. Sin embargo dijo:“El Señor le dijo a mi Señor: Siéntate a mi derecha,

35. hasta que ponga a tus enemigos bajo tu control.”

36. »Por lo tanto, pueblo de Israel, sepan bien que Dios ha hecho Señor y Mesías a Jesús el que ustedes crucificaron.»

37. Aquellas palabras de Pedro los conmovieron tan profundamente que le dijeron al propio Pedro y a los demás apóstoles:—Hermanos, ¿qué debemos hacer?

38. —Arrepiéntanse —les respondió Pedro—, y bautícense en el nombre de Jesucristo, para que Dios les perdone sus pecados. Entonces recibirán también el don del Espíritu Santo,

39. porque para ustedes es la promesa, y para sus hijos, y aun para los que están lejos, pues es para todos a los que el Señor nuestro Dios llame.

40. Y con muchas palabras más, Pedro les exhortaba y les decía: «Aléjense de esta gente perversa.»

41. Los que creyeron sus palabras, unos tres mil en total, se bautizaron y se unieron a los demás creyentes

42. que se congregaban regularmente para escuchar las enseñanzas de los apóstoles, tener comunión unos con otros, compartir el pan y orar.

43. Un profundo temor reverencial vino sobre toda la gente y los apóstoles seguían realizando milagros y señales.

Hechos 2