14. Cuando Pablo empezaba a hablar, Galión les dijo a los judíos:—Escúchenme, judíos. Si este individuo hubiera cometido algún delito, me vería obligado a atender el caso.
15. Pero como se trata de cuestiones de palabras y de nombres y de sus leyes, arréglenselas ustedes. A mí no me interesa.
16. Y los echó del juzgado.
17. Entonces unos griegos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon frente al juzgado. Y a Galión no le importó que lo hicieran.
18. Pablo permaneció en la ciudad muchos días más y luego se despidió de los hermanos para zarpar hacia las costas de Siria en compañía de Priscila y Aquila. En Cencrea, se afeitó la cabeza según la costumbre judía, porque tenía hecho voto.[b]