12. Allí mismo terminaron las discusiones, y todo el mundo prestó atención a las palabras de Bernabé y de Pablo que relataban los milagros que Dios había realizado a través de ellos entre los gentiles.
13. Cuando Pablo y Bernabé terminaron, Jacobo pidió la palabra:—Hermanos —les dijo—, escúchenme.
14. Ya Simón nos ha relatado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles para escoger de entre ellos un pueblo que honre su nombre.
15. Esto concuerda con lo que los profetas predijeron, como está escrito:
16. Después de esto regresaré y reedificaré la casa de David que quedó derrumbada, reconstruiré sus ruinas y la restauraré,
17. para que encuentren también al Señor los gentiles que llevan mi nombre.
18. Esto lo dijo el Señor, el que da a conocer el plan que tenía trazado desde el principio.
19. “Por lo tanto, opino que no debemos ponerles trabas a los gentiles que se hayan convertido al Señor.
20. Pero mandémosles a decir por carta que se abstengan de comer las carnes sacrificadas a los ídolos, de los vicios sexuales y de comer carnes de animales sin desangrar o ahogados,
21. ya que estas son las cosas contra las cuales a través de los tiempos se ha estado predicando todos los sábados en las sinagogas judías de todas las ciudades.
22. Entonces los apóstoles, los ancianos y la congregación en pleno decidieron nombrar a personas que fueran con Pablo y Bernabé a Antioquía a dar a conocer la decisión. Escogieron a Judas (conocido también como Barsabás) y a Silas. Ambos tenían buen testimonio entre los hermanos.
23. Y llevaron con ellos la siguiente carta:«Los apóstoles y los ancianos, a los hermanos gentiles de Antioquía, Siria y Cilicia: ¡Saludos!
24. »Hemos sabido que varios creyentes de Judea, sin la autorización nuestra, los han estado molestando y los han confundido con lo que les han dicho.