34. Dios había prometido que lo levantaría de entre los muertos y no volvería a morir. Así lo declaran las Escrituras:y seguras que le prometí a David".
35. En otro pasaje dice:
36. »Por cierto, después que David sirvió a su generación de acuerdo con la voluntad de Dios, murió, fue enterrado con sus antepasados y su cuerpo se descompuso.
37. Pero aquel a quien Dios resucitó, no sufrió la corrupción de su cuerpo.
38-39. »¡Hermanos! ¡Escúchenme! ¡Por medio de Jesús se les anuncia el perdón de los pecados! A cualquiera que crea en él se le declara justo, lo cual la ley de Moisés nunca pudo hacer.
40. ¡Cuidado! Procuren que las siguientes palabras de los profetas no se apliquen a ustedes:
41. ”Miren, asómbrense y perezcan, burlones. Porque en los días de ustedes estoy realizando una obra que no creerán cuando alguien se la anuncie.”»
42. Al salir de la sinagoga, les pidieron que regresaran a hablarles la siguiente semana.
43. Pero muchos judíos y gentiles piadosos que adoraban en la sinagoga siguieron a Pablo y a Bernabé, y éstos les aconsejaron que permanecieran fieles en la gracia que Dios les ofrecía.
44. A la semana siguiente, casi la ciudad entera fue a escucharlos predicar la palabra de Dios.
45. Pero cuando los judíos vieron el gentío, llenos de celos se pusieron a blasfemar y a rebatir las palabras de Pablo.
46. Entonces Pablo y Bernabé valientemente les dijeron:—Era necesario que las buenas noticias de Dios las conocieran primero ustedes los judíos. Pero como las rechazan y se muestran indignos de la vida eterna, no nos queda otro remedio que ofrecérselas a los gentiles.
47. Después de todo, el Señor nos lo ha ordenado:«Te he convertido en luz que ilumina a los gentiles y, por lo tanto, les has de llevar la salvación hasta lo más recóndito del mundo».
48. Al oír esto los gentiles sintieron una gran alegría y celebraron la palabra del Señor. Y creyeron los que estaban destinados para obtener la vida eterna.
49. Y el mensaje de Dios se propagó en toda aquella región.
50. Pero un día, los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los jefes de la comunidad, y persiguieron a Pablo y Bernabé y los expulsaron de la localidad.