Hechos 12:7-15 Nueva Biblia al Día (NBD)

7. una luz repentina inundó la celda y un ángel del Señor se paró junto a Pedro. El ángel, tras darle unas palmadas en el costado para despertarlo, le dijo:—¡Levántate! ¡Rápido!Y las cadenas se le cayeron de las manos.

8. —¡Vístete y ponte el calzado! —le ordenó el ángel—. Ponte ahora el manto y sígueme.

9. Entonces Pedro salió de la prisión tras el ángel. Aquello no le parecía real; para él no era más que una visión.

10. Cruzaron la primera y la segunda guardias y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. Ésta se les abrió automáticamente. Caminaron juntos unas cuadras, tras lo cual el ángel lo dejó solo.

11. Fue entonces cuando Pedro comprendió la realidad: «No cabe duda», se dijo. «El Señor ha enviado a su ángel a salvarme de Herodes y de lo que los judíos esperaban hacer conmigo».

12. Con este pensamiento, fue a casa de María, la madre de Juan Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

13. Tocó a la puerta del patio.

14. Una muchacha llamada Rode fue a abrir, pero al reconocer la voz de Pedro se emocionó tanto que sin abrir corrió llena de alegría a informar a los demás que Pedro estaba a la puerta.

15. —¿Estás loca? —le dijeron.Pero como la muchacha insistía en afirmarlo, argumentaron:—Ha de ser su ángel.

Hechos 12