8. Pero Dios les reprochó sus defectos y dijo:«Llegará el día, —dice el Señor—, en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con el pueblo de Judá.
9. No será como el pacto que hice con sus antepasados el día en que de la mano los saqué de Egipto, pues porque ellos no cumplieron con mi pacto, yo los abandoné, —dice el Señor—.
10. Por eso, éste es el pacto que haré con el pueblo de Israel después de aquellos días, —dice el Señor—:Escribiré mis leyes en su mente y en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
11. Ya no será necesario que nadie enseñe a su prójimo ni a su hermano y le diga: “¡Conoce al Señor!”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande.
12. Yo les perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados».
13. Decir que este pacto es nuevo significa que consideramos viejo al anterior, y lo que se vuelve viejo e inútil está por desaparecer.