Génesis 43:21-22-34 Nueva Biblia al Día (NBD)

3-5. Pero Judá le dijo:—Aquel hombre no estaba bromeando cuando dijo: «No regresen, a menos que su hermano venga con ustedes». Así que no podemos ir, a menos que dejes que Benjamín vaya con nosotros.

6. —¿Por qué tuvieron que decirle que tenían otro hermano? —se quejó Israel—. ¿Por qué tenían que hacerme esto?

7. —Porque aquel hombre nos preguntó específicamente por nuestra familia —respondieron—. Quería saber si nuestro padre todavía vivía y nos preguntó si teníamos otro hermano. Por eso se lo dijimos. ¿Cómo íbamos a saber nosotros que nos iba a decir: “Traigan a su hermano”?

8. Judá le dijo a su padre:—Envía al muchacho bajo mi cuidado, y podremos ponernos en camino. De otro modo nos moriremos todos de hambre, y no sólo nosotros, sino todos nuestros hijos.

9. Yo garantizo su seguridad. Si no te lo traigo al regresar, yo llevaré para siempre la culpa delante de ti.

21-22. al volver a nuestra tierra, nos detuvimos en un lugar a pasar la noche, abrimos nuestros costales y encontramos el dinero que habíamos pagado por el trigo. Aquí está; lo trajimos para devolverlo, además del dinero necesario para comprar más alimento. ¡No tenemos idea de cómo llegó el dinero a nuestros costales!

23. —No se preocupen por ello —les dijo el mayordomo—; su Dios, el Dios de su padre, debe de haberlo puesto allí, porque nosotros recibimos el dinero completo.Entonces soltó a Simeón y lo llevó a donde ellos estaban,

24. Enseguida fueron conducidos al interior del palacio y les dieron agua para que se lavaran los pies. También les dieron comida a sus burros.

25. Luego sacaron y organizaron los regalos, para tenerlos listos para cuando llegara José al mediodía, porque se les había dicho que comerían allí.

26. Cuando José llegó le entregaron los regalos, y se inclinaron delante de él, en señal de respeto.

27. Él les preguntó cómo estaban, y dijo:—¿Cómo está su padre, el anciano de que me hablaron? ¿Vive aún?

28. —Sí —respondieron ellos—. Vive y goza de buena salud.Entonces volvieron a inclinarse delante de José.

29. José miró a Benjamín, su hermano menor, y preguntó:—¿Es éste su hermano menor del cual me hablaron? ¿Cómo estás, hijo mío? ¡Dios te bendiga!

30. Entonces José tuvo que salir apresuradamente, porque el amor hacia su hermano lo llenó de emoción, y sintió necesidad de llorar. Se fue a su aposento y allí lloró.

31. Después de tranquilizarse, se lavó la cara, salió y ordenó.—Sirvan la comida.

32. José comió solo, mientras que sus hermanos comían en otra mesa, y los egipcios en otra, porque los egipcios despreciaban a los hebreos y jamás comían con ellos.

33. José le indicó a cada uno su asiento, y los sentó de mayor a menor para sorpresa de ellos.

34. La comida de los hermanos de José la servían desde la mesa de éste. Le dio a Benjamín una porción cinco veces mayor que la de los demás. Bebieron con José, y pasaron unos momentos de mucha alegría.

Génesis 43