4. Salieron del río, se pusieron junto a las vacas gordas y se las comieron. En ese preciso momento, el faraón despertó.
5. Cuando volvió a dormirse tuvo un segundo sueño. Esta vez vio siete espigas de trigo que crecían de una misma caña. Eran gruesas y estaban llenas de grano,
6. De repente, de la caña salieron otras siete espigas, pero éstas eran delgadas y estaban vacías y las marchitaba el viento que venía del desierto.
7. Y estas siete espigas delgadas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas.Cuando el faraón despertó nuevamente se dio cuenta de que todo había sido un sueño.
41-42. Entonces el faraón colocó en el dedo de José el anillo con el sello real, como señal de su autoridad, lo vistió con ropas muy finas y le puso la cadena real de oro en el cuello, y proclamó:—¡Mira que hoy te pongo a cargo de toda la tierra de Egipto!