13. Todo ocurrió tal como él lo dijo: yo fui restaurado en mi puesto de jefe de los coperos del rey, y el jefe de los panaderos fue ahorcado.
14. El faraón mandó inmediatamente a buscar a José. Lo hicieron salir corriendo del calabozo, lo afeitaron rápidamente, le cambiaron la ropa y lo hicieron entrar a la presencia del faraón.
15. —Anoche tuve un sueño —le dijo el faraón—, y ninguno de estos hombres puede interpretármelo. He oído decir que puedes interpretar sueños, y por esa razón te he hecho venir.
16. —Yo no lo puedo hacer por mi propia cuenta —replicó José— pero Dios le dirá lo que significa.
17. Entonces el faraón le contó el sueño:—Yo estaba parado a orillas del Nilo —dijo—,
18. cuando repentinamente salieron del río siete vacas gordas y hermosas y se pusieron a pastar a lo largo de la ribera.
19. Pero entonces salieron del río otras siete vacas muy flacas y huesudas. Jamás había visto vacas tan flacas en todo Egipto.
20. Y las vacas flacas se comieron a las siete gordas que habían venido primero,
21. y después quedaron más flacas que antes. Entonces desperté.
22. Poco después tuve otro sueño. Esta vez vi que salían siete espigas de trigo de una caña. Las siete espigas eran gruesas y estaban llenas de grano.
23. Entonces, del mismo tallo, salieron siete espigas delgadas y marchitas.
24. Y las espigas delgadas devoraron a las gruesas. Les conté todo esto a mis magos, pero ninguno de ellos pudo darme su interpretación.
25. Entonces José le dijo al faraón:—Ambos son un solo sueño. Dios le ha dicho lo que hará en la tierra de Egipto.
26. Las siete vacas gordas y también las siete espigas gruesas y llenas significan que vendrán siete años de prosperidad.