2. El SEÑOR bendijo mucho a José en la casa de su amo, de modo que tenía éxito en todo lo que emprendía.
3. Potifar comprendió que el SEÑOR estaba con José de una manera muy especial.
4. Por supuesto, José llegó a ser su persona de confianza. Pronto estuvo a cargo de la administración de la hacienda y todos los negocios de Potifar.
5. Inmediatamente, Dios comenzó a bendecir a Potifar, por amor a José. Todos los asuntos de su hacienda comenzaron a prosperar, sus cosechas aumentaron y se multiplicó su ganado.
6. Por esa razón, Potifar le entregó a José la responsabilidad de administrar todas sus posesiones. Potifar no tenía nada de qué preocuparse, sino de comer.Además de las cualidades mencionadas, José era un joven bien parecido.
7. Un día la mujer de Potifar comenzó a fijarse en José, se enamoró de él y lo invitó a tener relaciones sexuales con ella.
8. Pero José se rehusó a hacerlo, y le dijo:—Señora, mi amo confía en mí en todo lo relacionado con su hacienda;
9. él me ha dado toda su autoridad. No me ha prohibido ninguna cosa. Solamente sobre usted yo no tengo ningún derecho, pues usted es su esposa. ¿Cómo podría yo hacerle una maldad tan grande como ésta? Sería un pecado muy grande contra Dios.
10. Pero ella continuó con sus insinuaciones día tras día, a pesar de que él se negaba y evitaba en todo lo posible encontrarse con ella a solas.
11. Un día, mientras José estaba haciendo sus quehaceres en la casa, ella aprovechó que no había nadie más en la casa,
12. lo agarró de la túnica y le ordenó:—¡Acuéstate conmigo!Él salió corriendo, pero ella logró echarle mano del manto y se lo quitó.
13. Cuando ella vio el manto de José en sus manos, y que él había huido,
16. Ella guardó el manto, y cuando Potifar regresó a casa esa noche,
17. le dijo:—¡El esclavo hebreo que tienes aquí quiso violarme,
18. y solamente mis gritos me salvaron! ¡Al salir corriendo se le quedó su manto!
19. Cuando Potifar oyó esto, se enfureció.