Génesis 37:18-26-27 Nueva Biblia al Día (NBD)

18. Pero cuando ellos lo vieron, lo reconocieron a la distancia y decidieron matarlo.

19-20. —¡Ahí viene el soñador! —exclamaron—. Vamos, matémoslo y echémoslo en una cisterna. Luego le diremos a nuestro padre que algún animal salvaje se lo comió. ¡Veremos en qué paran sus sueños!

21-22. Cuando Rubén escuchó esto, intentó salvarle la vida a José.—No lo matemos —dijo—; no debemos derramar sangre. Echémoslo vivo dentro de la cisterna. Así morirá sin que lo toquemos.El plan de Rubén era sacarlo más tarde y enviarlo a casa de su padre.

23. Cuando José llegó donde ellos estaban, le quitaron su túnica de mangas largas,

24. y lo arrojaron a una cisterna vacía.

25. Luego se sentaron a comer. De repente vieron a la distancia una caravana de Ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos iban cargados de perfumes, especias y bálsamos que llevaban a vender a Egipto.

26-27. —¡Miren! —dijo Judá a los demás—. Allá vienen unos ismaelitas. ¡Vendámosles a José! ¿Para qué hemos de matarlo y cargar con esta culpa en la conciencia? No seamos responsables de su muerte porque, después de todo, es nuestro hermano.Todos los hermanos estuvieron de acuerdo.

Génesis 37