10. —No, te ruego que los aceptes —dijo Jacob—, porque al verte me parece estar viendo a Dios mismo, pues me has recibido con mucha bondad.
11. Por favor, acepta mis obsequios. Dios ha sido muy misericordioso conmigo y me ha dado muchas riquezas.Tanto insistió Jacob, que al fin Esaú aceptó los regalos.
12. —Bueno, ahora pongámonos en marcha —dijo Esaú—. Mis hombres y yo nos quedaremos con ustedes y les señalaremos el camino.
13. Pero Jacob respondió:—Como puedes ver, algunos de mis hijos son pequeños, y además el ganado tiene crías, de modo que si avanzamos muy rápido, morirán.
14. Vé tú adelante. Nosotros iremos detrás de ustedes, al paso de los niños y del ganado. Nos encontraremos en Seír.
15. —Bueno —dijo Esaú—, al menos permíteme que te deje algunos hombres para que te ayuden y sirvan de guía.—No —insistió Jacob—, no es necesario. Por favor, acepta mi sugerencia.
16. Entonces, aquel mismo día, Esaú emprendió el regreso a Seír.
17. Por su parte Jacob y su familia se fueron hasta Sucot. Allí levantó un campamento con cabañas para su ganado. Por eso es que el lugar se llama Sucot (cabañas).
18. Luego llegaron a salvo a Siquén, en Canaán, y acamparon fuera de la ciudad.
19. Jacob le compró a la familia de Jamor, padre de Siquén, por cien monedas de plata, un pedazo de tierra.
20. Allí edificó un altar y lo llamó El Elohé Israel (Dios es el Dios de Israel).