Génesis 31:8-30 Nueva Biblia al Día (NBD)

8. Si él decía que las ovejas manchadas serían mías, entonces todo el ganado comenzaba a salir pinto. Pero después él cambiaba y decía que serían míos los animales que nacieran rayados, y entonces todos los corderos nacían rayados.

9. De esta manera Dios me ha enriquecido a expensas del padre de ustedes.

10. »En el tiempo en que los animales estaban en celo tuve un sueño. En ese sueño veía que los chivos que se unían a las cabras eran manchados, rayados o moteados.

11. Entonces, en el sueño, el ángel de Dios me llamó por mi nombre, y yo le contesté: «Aquí estoy».

14. Raquel y Lea contestaron:—¡Estamos de acuerdo! Aquí no tenemos nada, pues no vamos a recibir ninguna herencia de parte de nuestro padre.

15. Él nos ha tratado como extranjeras. Nos vendió, y lo que recibió por nosotras ya lo gastó.

16. Así que las riquezas que Dios te dio a expensas de nuestro padre, son legalmente nuestras y de nuestros hijos. Sigue adelante, y haz lo que Dios te dijo.

21. De modo que huyó con todas sus posesiones, cruzó el Éufrates y se dirigió a la tierra de Galaad.

22. Tan solo tres días después Laban se enteró de que Jacob se había ido.

23. Entonces, tomando a varios de sus familiares con él, salió en afanosa persecución, hasta que los alcanzó siete días después en el monte Galaad.

24. Aquella noche Dios se le apareció a Labán, el arameo, en sueños, y le dijo: «¡No te atrevas a tratar mal a Jacob!»

25. Labán, finalmente, encontró a Jacob cuando éste estaba acampado en los montes de Galaad. Labán también acampó allí, junto con los familiares que lo acompañaban,

26. y le dijo a Jacob:—¿Por qué me hiciste esto? ¿Por qué me engañaste y te trajiste a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra?

27. ¿Por qué no me diste la oportunidad de hacer una despedida con canciones, orquestas y arpa?

28. ¿Por qué no dejaste que besara a mis nietos para despedirme de ellos? Tu manera de actuar ha sido muy extraña.

29. Yo podría causarte bastante daño, pero anoche se me apareció el Dios de tu padre y me dijo: «¡No te atrevas a tratar mal a Jacob!»

30. Pero, mira, si pensabas que debías partir, y tanto extrañabas el hogar de tu niñez, ¿por qué has robado mis ídolos?

Génesis 31