53. ¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea quien juzgue si cumplimos o no este trato!Entonces Jacob juró por el poderoso Dios de Isaac, su padre.
54. Enseguida ofreció un sacrificio a Dios allí sobre la cumbre del monte, e invitó a sus parientes a participar de la comida. Después de comer, todos se quedaron esa noche en la montaña.
55. Labán se levantó temprano la mañana siguiente, besó a sus hijas y a sus nietos, los bendijo, y regresó a su tierra.