Génesis 31:39-46 Nueva Biblia al Día (NBD)

39. Si alguno era atacado por los animales salvajes y moría, yo me hacía cargo de la pérdida. Me hacías pagar cada animal que se robaban, fuera mía la culpa o no.

40. En el día me quemaba el sol y en la noche tiritaba de frío. ¡A veces ni siquiera podía dormir!

41. Sí, veinte años: catorce para pagar tus dos hijas, y seis para formar mis rebaños. ¡Y muchas veces me cambiaste el salario!

42. En realidad, de no ser por la gracia del Dios de mi abuelo Abraham, el glorioso Dios de mi padre Isaac, tú me habrías despedido sin abonar un centavo a mi cuenta. Pero Dios vio tu crueldad y mi duro trabajo, y por eso es que se te apareció anoche y te reprendió.

43. Labán contestó:—Estas mujeres son mis hijas, y estos niños son mis nietos. También las ovejas y todo lo que ves me pertenece. ¿Cómo crees que yo quiera ahora hacerles daño a mis hijas y a mis nietos?

44. Ven ahora y firmemos un pacto de paz, tú y yo. ¡Ese pacto será testigo de nuestro acuerdo!

45. Entonces Jacob tomó una piedra y la colocó como un pilar, para que les sirviera de prueba.

46. Luego les dijo a sus familiares que reunieran piedras y las amontonaran. Una vez hecho esto, comieron sobre ese montón de piedras.

Génesis 31