Génesis 31:37-44 Nueva Biblia al Día (NBD)

37. ¡Has registrado todas mis cosas! Dime, ¿encontraste algo que sea tuyo? Si es así, entonces, colócalo aquí para que todos los que están aquí lo vean y digan quién tiene la razón.

38. Veinte años te serví y todo ese tiempo cuidé tus ovejas y tus cabras para que tuvieran crías sanas, y jamás saqué un cordero de los tuyos para comérmelo.

39. Si alguno era atacado por los animales salvajes y moría, yo me hacía cargo de la pérdida. Me hacías pagar cada animal que se robaban, fuera mía la culpa o no.

40. En el día me quemaba el sol y en la noche tiritaba de frío. ¡A veces ni siquiera podía dormir!

41. Sí, veinte años: catorce para pagar tus dos hijas, y seis para formar mis rebaños. ¡Y muchas veces me cambiaste el salario!

42. En realidad, de no ser por la gracia del Dios de mi abuelo Abraham, el glorioso Dios de mi padre Isaac, tú me habrías despedido sin abonar un centavo a mi cuenta. Pero Dios vio tu crueldad y mi duro trabajo, y por eso es que se te apareció anoche y te reprendió.

43. Labán contestó:—Estas mujeres son mis hijas, y estos niños son mis nietos. También las ovejas y todo lo que ves me pertenece. ¿Cómo crees que yo quiera ahora hacerles daño a mis hijas y a mis nietos?

44. Ven ahora y firmemos un pacto de paz, tú y yo. ¡Ese pacto será testigo de nuestro acuerdo!

Génesis 31