Génesis 27:22-32 Nueva Biblia al Día (NBD)

22. Jacob se acercó a su padre, y él lo palpó. «Es la voz de Jacob —dijo Isaac para sí—, pero las manos son las de Esaú».

23. Así que Isaac no reconoció a Jacob, porque sus manos eran tan velludas como las de su hermano Esaú. Antes de bendecir a Jacob,

24. Isaac volvió a preguntarle:—¿Eres realmente Esaú?—Sí, por supuesto —respondió Jacob.

25. —Entonces pásame el guiso de lo que cazaste. Me lo comeré y luego te bendeciré.Jacob se lo pasó, e Isaac comió; también bebió el vino que Jacob le había llevado.

26. —Acércate y bésame, hijo mío —dijo Isaac.

27. Jacob se acercó y besó a su padre. Al oler la ropa que Jacob llevaba puesta, Isaac lo bendijo con estas palabras:

28. Que Dios te dé siempre abundante agua del cielo; que te dé cosechas abundantes, y mucho trigo y vino.

29. Que muchas naciones te sirvan; que muchos pueblos se inclinen delante de ti.Que seas el amo de todos tus parientes, y que todos ellos se inclinen delante de ti.Malditos sean los que te maldigan, y benditos los que te bendigan».

30. En cuanto Isaac hubo bendecido a Jacob, y casi en el momento en que éste salía de la carpa de su padre, llegó Esaú del campo con su caza.

31. También la preparó en la forma que a su padre le gustaba y se la llevó.—Padre —dijo Esaú—, aquí está lo que te he preparado con lo que he cazado. Siéntate y come, para que me des la mejor de tus bendiciones.

32. —Pero, ¿quién eres tú? —preguntó Isaac.—Pues, yo soy Esaú, tu hijo primogénito —le contestó.

Génesis 27