3. y júrame por el nombre del SEÑOR, el Dios del cielo y de la tierra, que no dejarás que mi hijo se case con una muchacha de esta tierra de Canaán, donde yo vivo.
4. Para que esto no ocurra, irás a mi tierra, a casa de mi familia, y buscarás allí una esposa para mi hijo Isaac.
5. El criado le dijo a Abraham:—Supongamos que yo no pueda hallar una muchacha que quiera venir conmigo a este lugar. Entonces, ¿debo hacer que Isaac se vaya a vivir al país del cual usted salió?
6. —¡No! —advirtió Abraham—. Cuídate de no hacerlo bajo ninguna circunstancia.
7. Porque el SEÑOR, Dios del cielo, que me ordenó dejar mi tierra y mi familia, y prometió darme esta tierra como propiedad para mí y mis descendientes, enviará a su ángel delante de ti y hará que encuentres allí una doncella para que sea la esposa de mi hijo.
8. Pero si no lo logras, quedas libre de tu juramento. Pero bajo ninguna circunstancia llevarás a mi hijo para allá.
9. Entonces el criado colocó su mano en la entrepierna de su amo Abraham, y le juró seguir sus instrucciones.
10. Tomó diez camellos de su amo, y los cargó con muchos regalos, de las mejores cosas que Abraham tenía, y se fue hacia el pueblo de Najor en Aram Najarayin.
11. Una vez allí, hizo que los camellos se arrodillaran junto a un pozo de agua que estaba a las afueras de la ciudad. Era la hora de la puesta del sol, cuando las mujeres salían a buscar agua.
12. Luego comenzó a orar: «SEÑOR, Dios de mi amo Abraham, sé misericordioso con mi amo y ayúdame para cumplir el propósito de mi viaje.
13. Mira, aquí estoy junto al pozo de agua, a la hora en que las muchachas del pueblo vienen a sacar agua.
14. Permíteme saber cuál es la joven que tú has escogido para que sea la esposa de tu siervo Isaac. Te suplico que esa joven sea a quien yo le diga: “Por favor, baje su cántaro para que yo pueda tomar un poco de agua”, y que me conteste: “Tome usted, y también le voy a dar de beber a los camellos”. De esta manera podré estar bien seguro de que en verdad amas a mi amo Abraham».
15. Todavía estaba orando, cuando vio que se acercaba una muchacha con su cántaro al hombro. Era Rebeca, la hija de Betuel. Este Betuel era el hijo de Milca y de Najor, el hermano de Abraham.
16. La joven era muy hermosa y virgen, pues aún no había tenido relaciones sexuales con ningún hombre. Rebeca bajó al pozo, llenó su cántaro de agua y se dispuso a regresar.
17. Entonces el criado corrió hacia ella y le dijo:—Le ruego que me permita beber un poco de agua de su cántaro.
18. —Con mucho gusto, señor —dijo ella.Y con prontitud inclinó el cántaro para que él pudiera beber.
19. Cuando el criado terminó de beber, la muchacha dijo:—También sacaré agua para sus camellos, para que beban hasta que queden satisfechos.
20. Acto seguido vació el cántaro en el bebedero y fue corriendo varias veces al pozo a sacar agua, hasta que hubo la suficiente para todos los camellos.