21. envidia; borracheras, orgías y otras cosas como esas. Como ya les dije antes, se los repito ahora: los que llevan esa clase de vida no heredarán el reino de Dios.
22. En cambio, este es el fruto que el Espíritu produce en nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
23. humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
24. Los que pertenecen a Cristo han clavado en la cruz su naturaleza pecaminosa.
25. Puesto que vivimos por el poder del Espíritu, sigamos la dirección del Espíritu.
26. No dejemos que la vanidad nos lleve a tener celos y enemistades entre nosotros.