18. Tres años más tarde fui a Jerusalén a hablar con Pedro y estuve con él quince días.
19. Aparte de él, al único apóstol que vi fue a Jacobo, el hermano de nuestro Señor.
20. Delante de Dios les aseguro que esto fue lo que sucedió; no miento.
21. Después fui a las regiones de Siria y Cilicia.
22. Pero las iglesias de Judea todavía no me conocían personalmente.
23. Sólo sabían lo que se andaba diciendo: que el antiguo enemigo de los cristianos estaba pregonando la fe que había tratado de destruir.
24. Y glorificaban a Dios a causa de mí.