19. Dan y Javán traen hilo árabe, hierro labrado, casia y caña aromática,
20. mientras Dedán trae caros paños para las monturas de caballos.
21. »Los árabes y los ricos príncipes mercaderes de Cedar te traen corderos, carneros y cabras. Los mercaderes de Sabá y de Ragama vienen con toda clase de especias, joyas y oro.
23. Jarán, Cané, Edén, Asiria y Quilmad también envían sus mercaderías.
24. Ellos traen para negociar escogidas telas, telas azules, bordados y alfombras de muchos colores, enlazados con cordones y asegurados.
25. Las naves de Tarsis son como tus caravanas de mar; ¡tus depósitos en la isla están llenos hasta el tope!
26. »¡Pero ahora tus estadistas conducen tu barco, es decir, los negocios del reino, hacia un desastroso huracán! ¡Tu poderosa nave peligra ante la fuerte tormenta que viene del este, y sufres el naufragio en medio de los mares!
27. ¡Todo está perdido! ¡Tus riquezas y mercaderías, tus marineros y pilotos, tus constructores de barcos y mercaderes, soldados y toda la gente se hunden en el mar en el día de tu ruina inmensa!
28. ¡Las ciudades vecinas tiemblan ante el sonido de tus pilotos que gritan de miedo! ¡Todos tus marineros que estaban en alta mar vienen a tierra y observan desde la costa,
30. llorando amargamente, echando polvo sobre sus cabezas y revolcándose en cenizas!
31. ¡Se rapan las cabezas en señal de duelo y se visten de saco y lloran por ti con profunda amargura y desesperación!
32. »Y este es su canto triste que te dedican: “¿Dónde en todo el mundo hubo jamás una ciudad tan maravillosa como Tiro, la que fue destruida en medio del mar?