21. ¿Debías también sacrificar a mis hijos en el fuego de los altares idolátricos?
22. Y en todos estos años de adulterio y maldad no has pensado en aquellos días de hace tanto tiempo, cuando estabas desnuda y cubierta con sangre.
23. »Y luego, además de todas tus otras perversidades, ¡ay de ti, dice el SEÑOR Dios,
24. construiste un espacioso burdel para tus amantes, y altares para los ídolos en cada calle,
25. y allí ofreciste tu hermosura a cada hombre que pasaba, en una corriente interminable de prostitución!
26. Y agregaste a tu lista de amantes a los egipcios, de grandes penes, con quienes te aliaste en tu prostitución. ¡Mi cólera es grande!
27. Por tanto yo te he aplastado con mi puño, he reducido tus límites y te he entregado en poder de aquellos que te odian, los filisteos, y aun ellos se avergüenzan de tu desenfreno.
28. Has cometido adulterio con los asirios también, haciéndolos tus aliados y rindiendo homenaje a sus dioses; parece como si nunca pudieras encontrar suficientes dioses nuevos. Después de tu adulterio allí, todavía no estabas satisfecha,
29. así que rendiste homenaje también a los dioses de esa tierra de comerciantes, Babilonia, y aún así no estabas satisfecha.
30. »Qué corazón tan ligero tienes, dice el SEÑOR Dios, para hacer semejantes cosas, que ni la prostituta más descarada se atrevería a realizar.
31. Construyendo tus altares a los ídolos, tus burdeles sobre cada calle, has sido peor que una prostituta, ¡tan deseosa de cometer tus maldades que ni siquiera has cobrado por tu entrega!
32. »¡Sí, tú eres una esposa adúltera, que vives con otros hombres en vez de vivir con tu propio marido!
33. Las prostitutas cobran por sus servicios; los hombres pagan con muchos regalos, pero no a ti, al contrario ¡tú les das regalos a ellos, sobornándoles para que vengan a ti!
34. Así eres distinta de las demás prostitutas, pues eres tú la que pagas a los hombres para que vengan a ti.
35. »¡Oh prostituta, oye la palabra del SEÑOR, quien dice:
36. Como yo veo tus actos malvados, tu adulterio con tus amantes, tu devoción a los ídolos y el ofrecimiento de tus hijos como sacrificio ritual a tus dioses,
37. esto es lo que voy a hacer: Juntaré a todos tus aliados, esos amantes tuyos con quienes has fornicado, tanto los que amaste como los que aborreciste, y te desnudaré ante ellos para que te vean humillada y te avergüences.
38. Te castigaré como una asesina es castigada y como se hace con una mujer que atenta contra el matrimonio viviendo con otros hombres.
39. Te entregaré a tus amantes, estas muchas naciones, para que seas destruida, y ellos echarán abajo tus burdeles y altares, y te desnudarán y se llevarán tus hermosas joyas, dejándote avergonzada.
40. Luego te entregarán a la chusma para que te arrojen piedras y te hieran a cuchilladas.
41. Ellos quemarán tus hogares, castigándote ante los ojos de muchas mujeres. Y yo me aseguraré de que detengas tus adulterios con otros dioses, y que termines tu costumbre de pagar a tus aliados para que acepten tu entrega.