9. «El faraón les exigirá un milagro que demuestre que yo los he enviado. Cuando lo haga, Aarón arrojará al suelo la vara, y ésta se convertirá en serpiente».
10. Entonces Moisés y Aarón fueron a ver al faraón, y realizaron el milagro de la manera que el SEÑOR les había dicho: Aarón arrojó al suelo la vara ante el faraón, y ésta se convirtió en serpiente.
11. Pero el faraón llamó a sus encantadores, los magos de Egipto, y ellos hicieron lo mismo mediante sus artes mágicas.
12. Pero la serpiente de Aarón se tragó a todas las serpientes de ellos.
13. El corazón del faraón permaneció duro y obstinado y no quiso oír, tal como el SEÑOR lo había advertido.
14. El SEÑOR le dijo a Moisés que el faraón era terco y se empeñaría en no dejar salir de Egipto al pueblo de Israel.
15. Pero que, a pesar de eso, debería regresar por la mañana, cuando el faraón salía a bañarse, y esperarlo a las orillas del Nilo. Y le recordó que debía llevar la vara que se había convertido en serpiente.
16. Además, le dijo que cuando estuviera frente al faraón, le dijera: «El SEÑOR, el Dios de los hebreos, me ha dicho que vuelva a pedirte que dejes que mi pueblo salga a adorarlo en el desierto. Como no quisiste oír antes,
17. ahora el SEÑOR te dice lo siguiente: “Vas a saber que yo soy el SEÑOR, porque le he dado orden a Moisés de tocar el agua del Nilo con su vara, y el río se transformará en sangre.