Exodo 7:4-19 Nueva Biblia al Día (NBD)

4. Aun así el faraón no los oirá; por lo que traeré sobre Egipto un desastre final de grandes proporciones, y luego sacaré a mi pueblo de esta tierra.

5. Cuando les muestre mi poder y los obligue a dejar salir a mi pueblo, los egipcios comprenderán que yo soy el SEÑOR».

6. Moisés y Aarón hicieron lo que el SEÑOR les había ordenado.

7. Cuando se presentaron ante el faraón, Moisés tenía ochenta años y Aarón, ochenta y tres.

8. El SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón:

9. «El faraón les exigirá un milagro que demuestre que yo los he enviado. Cuando lo haga, Aarón arrojará al suelo la vara, y ésta se convertirá en serpiente».

10. Entonces Moisés y Aarón fueron a ver al faraón, y realizaron el milagro de la manera que el SEÑOR les había dicho: Aarón arrojó al suelo la vara ante el faraón, y ésta se convirtió en serpiente.

11. Pero el faraón llamó a sus encantadores, los magos de Egipto, y ellos hicieron lo mismo mediante sus artes mágicas.

12. Pero la serpiente de Aarón se tragó a todas las serpientes de ellos.

13. El corazón del faraón permaneció duro y obstinado y no quiso oír, tal como el SEÑOR lo había advertido.

14. El SEÑOR le dijo a Moisés que el faraón era terco y se empeñaría en no dejar salir de Egipto al pueblo de Israel.

15. Pero que, a pesar de eso, debería regresar por la mañana, cuando el faraón salía a bañarse, y esperarlo a las orillas del Nilo. Y le recordó que debía llevar la vara que se había convertido en serpiente.

16. Además, le dijo que cuando estuviera frente al faraón, le dijera: «El SEÑOR, el Dios de los hebreos, me ha dicho que vuelva a pedirte que dejes que mi pueblo salga a adorarlo en el desierto. Como no quisiste oír antes,

17. ahora el SEÑOR te dice lo siguiente: “Vas a saber que yo soy el SEÑOR, porque le he dado orden a Moisés de tocar el agua del Nilo con su vara, y el río se transformará en sangre.

18. Morirán los peces, y el río apestará, de tal modo que los egipcios no querrán beber su agua”».

19. El SEÑOR ordenó a Moisés: «Dile a Aarón que dirija su vara hacia las aguas de Egipto, para que todos sus ríos, arroyos, estanques y los depósitos de agua, y aun el agua de las casas, se les convierta en sangre».

Exodo 7