13. Si es así, te ruego que me indiques qué quieres que haga, para que pueda comprenderte claramente y saber que cuento con tu ayuda. No olvides que esta nación es tu pueblo.
14. Y el SEÑOR respondió:—Yo iré contigo y te daré descanso.
15. Moisés le dijo:—Si no vas a ir con nosotros, no dejes que nos movamos ni un paso de este lugar.
16. Si no vas con nosotros, ¿quién sabrá que mi pueblo y yo contamos con tu ayuda, y que somos diferentes a los demás pueblos que habitan la tierra?
17. Entonces el SEÑOR le respondió:—Haré lo que tú has pedido, porque ciertamente cuentas con mi ayuda, y eres mi amigo.
18. Moisés, entonces, le dijo:—¡Permíteme contemplar tu gloria!
19. Y el SEÑOR le respondió:—Haré que pase delante de ti mi gloria, y pronunciaré mi nombre, pues soy bondadoso y compasivo con quien quiero.
20. Pero no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.
21. Sin embargo, quédate en esta roca que está junto a mí,
22. y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
23. Luego quitaré mi mano, y podrás verme la espalda, pero no el rostro.